CLAVES CIENTÍFICAS PARA SER FELIZ

     Mucho papel se ha invertido tratando de explicar las razones que motivan al hombre y comprendiendo el significado de la felicidad. Científicos, religiosos y gurúes han desarrollado teorías, principios y conceptos buscando arrojar un poco de luz a un tema que parece no tener respuesta, o no termina de convencernos. Este es el caso de Mihaly Csikszentmihalyi, un estudioso y reconocido psicólogo que se encargó de liderar desde la Universidad de Chicago, un estudio de orden psicológico para comprender el fenómeno de la felicidad, indagando sobre las actividades que producían el disfrute y la forma en que se sentían las personas cuando disfrutaban de sí mismas. Como resultado de esta investigación que duró 12 años publicó un libro de fama mundial llamado " Fluir":

¿Qué es "Fluir" ?

 Mihaly identificó un estado de felicidad que se da en esos momentos de máximo disfrute, donde se pierde la noción total del tiempo y se alcanza un nivel de absoluta concentración. A este estado lo denominó  "fluir" . Se podría decir que "fluir" es aquel momento en el que las personas están tan involucradas en una actividad que su realización es intrínsecamente gratificante y nada más parece importarles, por eso muchos describen la experiencia como un estado de flujo, en el que la mente discurre libre y armónicamente:

Un científico entra por la mañana a trabajar en su estudio y cuando menos lo piensa, se da cuenta de que ya es de noche y que ha pasado todo el día inmerso en sus tareas, sin ni siquiera alimentarse. Un alpinista escala las arriesgadas cumbres del Everest y mientras mantiene el control pleno del ascenso, siente que su cuerpo se funde con la roca. Una bailarina realiza con precisión y armonía una serie de complejos movimientos que hace parecer sencillos, al tiempo que ella misma se siente como flotando. Un cirujano acomete una delicada operación y mientras percibe con todo detalle la interacción del bisturí y el órgano del paciente, todo el entorno parece desvanecerse. Un amante hace el amor con su pareja y siente que se fusiona con ella y con los cosmos. Un gourmet saborea un elaborado plato y olvida que ha perdido su fortuna. Unos chicos saltan en monopatín y sus miedos se disipan. Un filósofo piensa y se olvida de que existe. Un músico toca el saxofón y su cuerpo es música. Un niño da sus primeros pasos y percibe que puede caminar.

                                                                                               Fluir- Mihaly Csikszentmihalyi


¿Cómo puedo experimentar el "fluir" ?

 Puede darse en el trabajo, a través de un hobby o por medio de alguna acción que logra cautivar la absoluta atención de la persona y experimenta un proceso de pleno disfrute. Pero en todos los casos debe cumplirse lo siguiente:
- Los desafíos deben estar en justo equilibrio con las habilidades personales: Las actividades que otorgan la experiencia de fluir son aquellas cuyos objetivos son alcanzables gracias al conjunto de habilidades y destrezas que la persona posee. Ni tareas fáciles que aburran, ni objetivos imposibles que frustren. La persona debe estar convencida que, con esfuerzo, puede llegar a cumplirlas. Las competiciones son una forma corriente de encontrar desafíos que pueden estimular, pero cuando vencer al adversario se vuelve más importante que lograr el mejor desempeño posible, la tarea se convierte en nociva y destructiva.
- Metas claras: La persona debe responder qué quiere para su vida, qué busca, qué objetivos aspira alcanzar y empezar a construir a partir de allí.
- Directa inmediata retroalimentación: Un componente importante de la experiencia óptima es la sensación de estar haciéndolo bien, recibir algún tipo de retroalimentación ( reconocimiento, agradecimiento, victoria, etc). El tipo de retroalimentación realmente es irrelevante, lo importante es poder tener la sensación de que la tarea o actividad se está haciendo bien, sentir que se ha tenido éxito.

Cuando alguien ha optado por una meta y se involucra en ella hasta los límites de su concentración, cualquier cosa que haga le resultará agradable. Este disfrute llega a su punto máximo cuando además los desafíos están en justo equilibrio con las habilidades personales, y cuando su cumplimiento viene acompañado a una recompensa perceptible.

El placer de perder la noción del tiempo:

Uno de los efectos de la experiencia de "fluir" es la distorsión del sentido del tiempo. Durante la experiencia, la dimensión objetiva del mundo externo se vuelve irrelevante, y la percepción subjetiva de la experiencia temporal se ve alterada. Por eso muchas personas afirman que el tiempo parece pasar más rapidamente, mientras que otros, como un bailarín de ballet describiendo un complicado giro que dura menos de un segundo en tiempo real, afirman que los segundos pueden llegar a durar eternidades.

Desaparece el sentimiento de autoconciencia:

Este efecto quizás sea el más relevante en términos espirituales. Cuando la atención está completamente absorta en una actividad, lo que la persona está haciendo llega a ser algo espontáneo, casi automático, y el protagonista deja de ser consciente de sí mismo como un ser separado de lo que hace. Cuando se experimenta la sensación de flujo, desaparece de la conciencia algo a lo que comunmente dedicamos mucha atención: nuestro ego. Muchas personas describen estos episodios diciendo que las demandas del "yo", que consumen continuamente una elevada cantidad de energía, desaparecen dejando el camino libre para que la atención se dedique a la experiencia misma. Paradójicamente, cuando logramos olvidarnos de quién somos o de qué somos, podemos expandir aquello que somos. La experiencia óptima permite así una forma de trascendencia, pues al perder momentaneamente la personalidad, sobrepasamos el propio yo, que podrá emerger con más fuerza tras la experiencia vivida. Este fenómeno, adicionalmente, suele venir aparejado a una sensación de fusión con el entorno que, según el caso, puede estar configurado por la montaña, el mar, el colectivo de personas con el que se realiza la actividad o cualquier otro componente del cosmos.
Tanto los tímidos como los egoístas dificilmente experimentan estados de flujo debido a que tienden a canalizar su atención hacia ellos mismos, privándose de la posibilidad de disfrutar cosas que están fuera de ellos cuando no les reportan beneficios o pueden ocultar una amenaza. La "gente de flujo", en definitiva, tienen como característica primordial en no ser conscientes de sí mismas o en tener un propósito firmemente dirigido que apunta hacia afuera del propio yo.

¿Cómo llenar nuestras vidas de experiencias óptimas?

Hay dos caminos para aumentar las experiencias óptimas en la vida. El primero consiste en cambiar las fuerzas externas y buscar escenarios más propicios para el disfrute. Es decir, buscar tu lugar en el mundo, rodearte de las cosas y de los lugares que podrían potenciar y contribuir a realizar las actividades que ofrecen experiencias óptimas. Está claro que la gente disfruta más con un trabajo activo y creativo que con las tareas puramente mecánicas que ofrece la era industrial, por eso encontrar el espacio ideal para desarrollarse plenamente es un búsqueda difícil.
El segundo camino, y en gran medida el verdadero, implica forjarse una personalidad autotélica, aprendiendo a controlar la conciencia, a reconocer oportunidades para la acción, a mejorar las habilidades y a fijarse metas alcanzables. Quienes lo logran, tienen todo el potencial para vivir una vida llena de riqueza, intensidad y significado, estén donde estén, trabajando donde trabajen y viviendo con las limitaciones que las circunstancias de la vida le hayan impuesto.

Conclusiones Finales

 La teoría de Mihaly plantea un enfoque muy interesante para poder entender desde una mirada científica lo que sentimos cuando estamos "felices" y qué factores se conjugan para darnos esa experiencia. Sin embargo, debemos preguntarnos: ¿podemos aspirar a un estado constante de felicidad? ¿o se trata únicamente de estadíos efímeros, de visitas rápidas al cielo, para estrellarse nuevamente a la apatía terrenal?

 A diario te encuentras enfrentando una lucha contra el desgano, buscando fuerzas para fijarte objetivos y trabajando duro para alcanzarlas. Mantenerse en un estado constante de motivación se acerca más a un imaginario idealizado de persona, más a una norma impuesta que a un estado natural del ser humano. ¿Acaso se puede estar constantemente motivado? ¿ Puedes acaso ser productivo todas las horas que te mantienes despierto?
Podríamos decir que a la teoría le falta una pata, aquella que permita responder qué hacemos con todo ese tiempo en el que no experimentamos el "fluir"¿ Cómo soportar la infelicidad que trae una mente que crea constantemente preocupaciones, conjeturas, temores y ansiedades? 

Quizás la respuesta se encuentre en el libro de mi próximo artículo.